El defensor de Boca camina hacia el área donde
ya se habían ejecutado seis penales de la definición de la Copa Libertadores.
Jorge Bermúdez tiene la oportunidad de quedar en la historia con su remate, si
convierte el equipo argentino ganará su tercera Copa Libertadores de América.
Tanto Palmeiras como el equipo argentino
quieren ser campeones de la edición del año 2000. Todo depende del disparo del
central colombiano de Boca.
Bermúdez, con su cinta de capitán bien
ajustada a su brazo izquierdo, llega al área, se apodera de la pelota. La mira,
la besa y la coloca en el punto del penal. Toma carrera, se para sobre la
medialuna. El estadio se encuentra en silencio, la tensión se transmite a la
cancha.
El arquero y el defensor cara a cara esperan
la orden del árbitro. Suena el silbato. El hombre de Boca remata fuerte a su
derecha, y el arquero se dirige al otro palo. Gol de Boca. El equipo Xeneize
campeón de América. Bermúdez entró en la historia.
El exdefensor de Boca, Jorge Hernán Bermúdez
ha expresado que uno de sus momentos más importantes que ha vivido en el fútbol
fue el penal que pateó frente a Palmeiras.
En el año 1997 llego, desde el Benfica de
Portugal, a la Argentina, para jugar en Boca Juniors. Su transferencia costó
1.800.000 dólares y hasta el día de hoy ningún dirigente, socio e hincha del
equipo de la Rivera se arrepiente que el club haya gastado ese dinero.
Jugó cuatro años en Boca, en total disputó 164
partidos, convirtió 15 goles y ganó seis títulos: Torneo Apertura 1998 y 2000;
Torneo Clausura 1999; Copa Libertadores 2000 y 2001; Copa Intercontinental 2000
(frente al Real Madrid, ganó Boca 2-0, con dos goles de Martín Palermo).
A principios del año 2000, cuando Diego Cagna
se fue de Boca, el entrenador Carlos Bianchi, le dio la capitanía a Bermúdez.
Sin dudas fue un referente dentro y fuera del campo de juego, y fue una pieza
clave en el bicampeonato de América que consiguió el equipo.
El defensor nunca dudo en ir a trabar fuerte,
ni en dar alguna patada en el momento oportuno. Algunas personas lo criticaron
por eso. Pero él contestó con una frase que lo marcó para siempre y definió su
personalidad: “Nunca le voy a sacar la pierna a nadie. Ni a Ronaldo, ni a Del
Piero o a cualquier jugador. Yo juego fuerte y no voy a cambiar mi forma de
jugar porque algunos me critiquen”.
Si bien se lo recuerda como uno de los ídolos
Xeneizes, también tuvo algunos pasos destacados en equipos importantes como
América de Cali (Colombia), donde ganó dos torneos nacionales en 1990 y 1992,
Benfica (Portugal) y Newell´s, entre otros.
En la actualidad es director técnico, pero se
encuentra sin trabajo. Los últimos dos clubes que dirigió fueron América de
Cali y Defensa y Justicia, en 2010. También se lo puede observar como panelista
de un programa deportivo en ESPN.