lunes, 9 de abril de 2012

El Patrón de América


 El defensor de Boca camina hacia el área donde ya se habían ejecutado seis penales de la definición de la Copa Libertadores. Jorge Bermúdez tiene la oportunidad de quedar en la historia con su remate, si convierte el equipo argentino ganará su tercera Copa Libertadores de América.
 Tanto Palmeiras como el equipo argentino quieren ser campeones de la edición del año 2000. Todo depende del disparo del central colombiano de Boca.
 Bermúdez, con su cinta de capitán bien ajustada a su brazo izquierdo, llega al área, se apodera de la pelota. La mira, la besa y la coloca en el punto del penal. Toma carrera, se para sobre la medialuna. El estadio se encuentra en silencio, la tensión se transmite a la cancha.
 El arquero y el defensor cara a cara esperan la orden del árbitro. Suena el silbato. El hombre de Boca remata fuerte a su derecha, y el arquero se dirige al otro palo. Gol de Boca. El equipo Xeneize campeón de América. Bermúdez entró en la historia.
 El exdefensor de Boca, Jorge Hernán Bermúdez ha expresado que uno de sus momentos más importantes que ha vivido en el fútbol fue el penal que pateó frente a Palmeiras.
 En el año 1997 llego, desde el Benfica de Portugal, a la Argentina, para jugar en Boca Juniors. Su transferencia costó 1.800.000 dólares y hasta el día de hoy ningún dirigente, socio e hincha del equipo de la Rivera se arrepiente que el club haya gastado ese dinero.
 Jugó cuatro años en Boca, en total disputó 164 partidos, convirtió 15 goles y ganó seis títulos: Torneo Apertura 1998 y 2000; Torneo Clausura 1999; Copa Libertadores 2000 y 2001; Copa Intercontinental 2000 (frente al Real Madrid, ganó Boca 2-0, con dos goles de Martín Palermo).
 A principios del año 2000, cuando Diego Cagna se fue de Boca, el entrenador Carlos Bianchi, le dio la capitanía a Bermúdez. Sin dudas fue un referente dentro y fuera del campo de juego, y fue una pieza clave en el bicampeonato de América que consiguió el equipo.
 El defensor nunca dudo en ir a trabar fuerte, ni en dar alguna patada en el momento oportuno. Algunas personas lo criticaron por eso. Pero él contestó con una frase que lo marcó para siempre y definió su personalidad: “Nunca le voy a sacar la pierna a nadie. Ni a Ronaldo, ni a Del Piero o a cualquier jugador. Yo juego fuerte y no voy a cambiar mi forma de jugar porque algunos me critiquen”.
 Si bien se lo recuerda como uno de los ídolos Xeneizes, también tuvo algunos pasos destacados en equipos importantes como América de Cali (Colombia), donde ganó dos torneos nacionales en 1990 y 1992, Benfica (Portugal) y Newell´s, entre otros.
 En la actualidad es director técnico, pero se encuentra sin trabajo. Los últimos dos clubes que dirigió fueron América de Cali y Defensa y Justicia, en 2010. También se lo puede observar como panelista de un programa deportivo en ESPN.

Lo que no se dijo del circuito callejero de Buenos Aires

   El nuevo circuito callejero de Buenos Aires cumplió con las expectativas de ofrecer un gran espectáculo en la presentación del Súper TC2000, pero la organización del evento dejó desconforme al público que se quedó sin ver la carrera, ya que el domingo asistieron más de 500.000 personas.
   El trazado porteño generó pasión por los fierros en Capital Federal y aproximadamente 700.000 personas asistieron el domingo a ver la carrera. Según habían informado las autoridades y los organizadores, se esperaban para el último día a 500.000 personas.
   Para controlar al público se encontraba la Policía Metropolitana y seguridad privada, que puso el gobierno. Muchos de ellos se encontraban cuidando el ingreso a las tribunas ubicadas sobre la Avenida 9 de Julio, las cuales eran de sponsors de la carrera que habían vendido y regalado entradas.
   Mucho público sin entrada se juntó el domingo temprano, cerca de las tribunas. Intentó entrar a ocupar lugares en las mismas, pero rápidamente la policía lo impidió. La gente impaciente cantó para que corran las vallas y así poder entrar a los sectores "vip".
   El número de personas se multiplicó y la seguridad no pudo controlar a la masa de gente, que destrozó vallas y rejas que pertenecían a las veredas de la Avenida 9 de Julio. Más de un policía intentó reprimir con golpes a la gente, pero debieron abandonar el lugar, ya que había mucha presencia de familias con niños.
   A la organización se les fue de las manos la posibilidad de controlar a la multitud, que finalmente ocupó las tribunas. Y las personas que tenían su entrada o habían llegado desde ciudades lejanas, se quedaron sin poder ver el espectáculo que brindaron los corredores del Súper TC2000.